Esta primera semana de vida de mi nieto, al que sin conocer amo profundamente a través de los relatos de Miguel mi hijo, quien se ha convertido en un hombre, dejando atrás al muchacho inconciente; y entre charlas me ha dicho las mejores palabras, las que siempre nosotros los padres deseamos escuchar alguna vez... -Mamá, ahora te entiendo-, y sus ojos se llenan de lágrimas que pugnan por brotar, y que sin embargo aguanta para no hacerme sufrir con su angustia.
Hoy no puede dejar de ser un día especial, llegó con grandes nuevas para nosotros.
Hoy cargó por vez primera a Arturito en sus brazos, y al recordarlo se emociona enormemente, ya le han quitado el oxígeno y ahora debe aprender a respirar sin él, sigue con su mano vendada para no arrancarse el suero y ha probado los brazos de su padre, sin duda grandes avances para una vida que empieza teniendo diez días de nacido en circunstancias difíciles.
Ha bajado un poco de peso en lugar de subir, pero la pediatra le ha dicho que es normal, que en dos semanas de seguir así, lo pasarán al cunero de crecimiento, sin embargo seguimos con el día a día y como dijo otro de los médicos que lo atiende, sólo por hoy.
No obstante les dan esperanzas de entre seis a siete semanas para que les sea entregado a sus padres.