Como lo comenté en una entrada anterior, hoy le tocó a Miguel ir a ver a Arturito, no hay grandes novedades, estuvo dormido todo el tiempo que duró la visita y abrió sus ojitos casi cuando terminaba, el pedriatra habló con Miguel y le volvió a decir su negro y funesto diagnóstico, 'grave', si sabemos de antemano que grave estará mientras no aumente de peso y lo puedan pasar a crecimiento.
Creo que el médico aun sabiendo que el pronóstico es bueno, no quiere que todavía se hagan ilusiones, tal vez ese es su trabajo, sin embargo nosotros sabemos que Arturito tiene infinitas ganas de vivir y podrá derrotar tan negros pensamientos del pediatra.
Aunque treinta gramos no son nada aparentemente, en un pequeño de 1440 gramos significan ganar la batalla contra la muerte...